Tengo que reconocer que la idea
de ir a Lanzarote no me motivaba demasiado, pero era Febrero, había poco tiempo
para organizar y muchas ganas de irnos de vacaciones y la verdad es que no cambio
aquel viaje por ningún otro.
El año anterior habíamos estado
en Mallorca y a mi no me había quedado una buena imagen de la isla (el año
siguiente cambie radicalmente mi idea de Mallorca, pero eso lo contaremos en otro post), no me apetecía ir a un
sitio lleno de guiris, megapoblado y sin más encanto que un hotel con otro y
apartamentos en plan comuna. Protesté bastante y traté de convencer a Alex para
ir Lisboa, pero evidentemente no se dejó convencer ni lo más mínimo y me alegro
muchísimo.
Reservamos el viaje en menos de
una semana en rumbo.es. Escogimos un hotel en Costa Teguise. Buscando el mismo
hotel para daros la información, he visto que se llama Be live LanzaroteResort… cuando nosotros estuvimos no recuerdo cómo se llamaba, pero ese nombre
tan cool es nuevo. Además en las fotos que he visto hay habitaciones con una
decoración super moderna que tampoco existían hace dos años, he investigado en
la web del propio hotel y efectivamente fue reformado a principios de 2012, por
lo que si hace dos años quedamos encantadísimos con el lugar hoy volvería sin
pensármelo.
Lazarote
Lanzarote es una isla del
archipiélago canario, pertenece a la provincia de Las Palmas y su capital es
Arrecife. La isla es de formación volcánica y ha sufrido numerosas erupciones a
lo largo de su historia lo que la convierte en un lugar con un paisaje de lo
más llamativo. Si queréis un paisaje verde, esta es no es vuestra isla, pero si
la idea es disfrutar de un colorido en tonos tierra y ocre, de formaciones
montañosas imposibles y un paisaje diferente sin duda Lanzarote os enamorará como
me enamoró a mi.
Al llegar al hotel, como supongo
que hacen en todos los hoteles, nos ofrecieron excursiones concertadas, es
decir, te recogen de la puerta del hotel en autobús, te dan de comer y una ruta
turística por el lugar concretado y te dejan en la puerta del hotel a la hora
acordada. De las excursiones que nos ofrecieron escogimos dos, a Isla Graciosa
y a Fuerteventura. El precio de las excursiones rondaba los 50€ cada una como
ya he dicho con comida incluida y desplazamientos tanto en autobús como en
barco para desplazarse de una isla a la otra.
Isla Graciosa
De Isla Graciosa hay que destacar
su encanto de pueblo sin avances tecnológicos a la vista, apenas 5 calles
forman el lugar, esparciéndose a lo largo de la costa y ninguna de ellas está
asfaltada lo que le da un aspecto aún más idílico de pueblo de película. Después
de visitar el pueblo durante un rato nos llevaron a una playa a la que
únicamente se podía acceder desde el mar. Del gran barco desembarcamos en unas
barcazas que nos dejaron en la playa y allí pasamos unas cuantas horas. Tengo
que reconocer que aquellas vistas son de las más bonitas que he visto en mi
vida. Comimos en el barco rodeados de toda aquella belleza y a media tarde
volvimos a Lanzarote.
Fuerteventura
De Fuerteventura tengo que destacar
principalmente sus dunas de arena. Al principio da la sensación de que se te
van a calcinar los pies al ponerlos sobre la arena, igual que pasa en la playa,
pero la sensación es fresquita. Según nos explico el guía se debe a que la
arena está compuesta por microscópicos trozos de conchas marinas y estás
repelen el calor del sol. Impresionantes.
Teníamos claro que no queríamos
perder tiempo esperando autobuses y preguntando los horarios de estos, así que
fuimos enseguida a preguntar por coches de alquiler. Debajo de nuestro hotel
había por lo menos tres agencias y nos sorprendió muchísimo la facilidad con la
que se pueden alquilar los coches, de hecho tan fácil fue que cogimos dos. Al
hacer excursiones teníamos la semana partida y era una tontería alquilar el
coche para toda la semana si había días que no lo íbamos a tocar, así que
cogimos uno para un día y otro para dos. Como además hacía calorcito y teníamos
ganas de probar, alquilamos un todoterreno Jeep y un descapotable, el precio es
un poco más alto, pero nada comparado a si te pones a buscar un coche de estas
características en la península. De todas formas valía la pena un poquito más
para disfrutar de la isla desde el coche, a nosotros nos encanta conducir y sin
duda fue todo un acierto, disfrutamos tanto de los coches como de las playas.
Lugares de interés
No puedes ir a Lanzarote y no escaparte hasta el volcán del Timafaya, un espectáculo de colores impresionante. Desde ahí hay acceso al lugar donde te dan una vueltecita en camello, que si bien no es nada del otro mundo por lo menos es muy pintoresco.
No puedes ir a Lanzarote y no escaparte hasta el volcán del Timafaya, un espectáculo de colores impresionante. Desde ahí hay acceso al lugar donde te dan una vueltecita en camello, que si bien no es nada del otro mundo por lo menos es muy pintoresco.
También disfrutamos muchísimo de
la arquitectura de la casa museo de César Manrique y de otra construcción suya
que se llama “el mirador de rio” desde donde se puede ver Isla Graciosa en todo
su esplendor. La obra de César Manrique se caracteriza por su como incrusta
impresionantes estructuras en paredes de piedra natural, la construcción de la
mano del hombre se mezcla con la de la naturaleza.
Visitamos también un mercadillo
con mucho encanto y dado que fuimos en febrero pudimos asistir a un concurso de
murgas.
Lago verde
El Lago Verde es una laguna de
color verde, simbiosis de mar y volcán.
El Lago Verde es un antiguo cráter volcánico en el que se ha colado el agua del mar. El color verde proviene de las algas. El contraste entre el verde de la laguna, el ocre de las rocas volcánicas y el color negro de la playa es simplemente espectacular. Desde la carretera que va a El Golfo se puede admirar el Lago Verde.
El Lago Verde es un antiguo cráter volcánico en el que se ha colado el agua del mar. El color verde proviene de las algas. El contraste entre el verde de la laguna, el ocre de las rocas volcánicas y el color negro de la playa es simplemente espectacular. Desde la carretera que va a El Golfo se puede admirar el Lago Verde.
Playa Papagayo
Esta playa se encuentra en el
parque natural protegido de Los Ajaches, el acceso al parque tiene un costo de
3 euros por automóvil. Hay que atravesar el parque por caminos de tierra ideal
para un coche de montaña. La Playa es una cala muy bonita, de arena fina y
blanca, está protegida del viento porque atrás de ella se levanta una pequeña
loma. Playa de Papagayo se ha transformado en uno más de los atractivos
turísticos de Lanzarote, es por lo tanto una playa bastante visitada, sobre
todo en verano. Las puesta de sol son espectaculares, por lo que vale la pena esperar hasta última hora de la tarde y disfrutar del paisaje, eso sí, vigilad que la marea sube...
Para los más intrepidos en lanzarote hay numerosos puestos de deportes aquaticos, desde motos de agua hasta la típica banana, el precio de las motos de agua ronda los 60€ la hora.
Y este es el resumen de un viaje
impresionante que os recomiendo muchísimo. Un saludo!!